Finaliza el plazo para contratar el seguro de uva de vino en un año con elevada siniestralidad
Hasta el 20 de diciembre es posible contratar el seguro de otoño de uva de vinificación para la cosecha 2022. En concreto, se pueden suscribir los módulos 1, 2A, 2B y 3, que son los que más riesgos cubren con unos rendimientos máximos asignados por parte del Ministerio de Agricultura.
Posteriormente, se podrá contratar el seguro de primavera o módulo P, cuyo periodo de suscripción comprende en la Comunitat Valeniana del 15 de enero al 25 de marzo con helada y marchitez fisiológica para la variedad Bobal; y del 15 de marzo al 30 de abril sin la cobertura de helada ni marchitez para la Bobal. Cada módulo tiene una subvención distinta, además de que los módulos 1, 2A, 2B y 3 cubren de diferente manera todos los riesgos posibles; mientras que el modulo P no cubre el resto de adversidades y la helada y la marchitez en la Bobal sólo si se elige.
El seguro de uva de vinificación es uno de los más completos que existen y ofrece tres garantías: a la producción, a la plantación y a las instalaciones (siendo esta última garantía opcional).
En producción, dependiendo del módulo que se elija cubre los daños en cantidad ocasionados por los riesgos de helada, marchitez fisiológica en Bobal, pedrisco, riesgos excepcionales (fauna silvestre, incendio, inundación-lluvia torrencial, lluvia persistente y viento huracanado) y resto de adversidades climáticas. Además, en Denominación de Origen, Vinos de pago y Viñedos de Características Específicas se cubren los daños en calidad ocasionados por los riesgos de helada y pedrisco.
En la garantía a la plantación cubre en todos los módulos, por los riesgos cubiertos en producción: – la muerte de la cepa o -la pérdida de la cosecha del año siguiente, excepto para el pedrisco, que se compensará el gasto de la poda. Y en instalaciones si se contrata, cubre daños ocasionados por los riesgos cubiertos en producción en cabezal y red de riego y sistema de conducción (espaldera).
Los datos demuestran la importancia de contar con el seguro agrario. A 31 de octubre, los efectos producidos por borrascas intensas, heladas, tormentas de lluvia y pedrisco sitúan al ejercicio 2021 en línea con el 2018, es decir, entre los peores de la historia de Agroseguro en cuanto a siniestralidad se refiere.
La uva de vino ha sufrido importantes siniestros cada mes entre abril y septiembre. Así, en abril, con su ciclo biológico anual ya iniciado, se produjeron varias heladas que afectaron a una importante superficie de viñedo de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunitat Valenciana, La Rioja, Navarra y País Vasco. Ese mismo mes, episodios de pedriscos causaron roturas de brotes y hojas incipientes en las plantaciones más adelantadas.
En mayo, se incrementó la siniestralidad por las heladas del primer trimestre, por la evidencia de los daños causados por la borrasca Filomena, que motivó pérdidas de producción importantes, así como por los pedriscos de finales de mes.
En la primera quincena de junio, hubo una actividad tormentosa continua, con pedriscos de gran intensidad en diversos puntos del país.
En julio, cerca de 9.400 has de uva de vinificación de Castilla-La Mancha y Comunitat Valenciana fueron afectadas por Mildiu debido a la alta humedad y temperatura de finales de primavera e inicio del verano, con daños en hojas y racimos. Más de 50.000 has de cultivo se siniestraron durante agosto y septiembre a consecuencia de pedriscos y lluvias de elevadas intensidad, con daños muy elevados por el desarrollo de la uva.
Desde ENGRUPO y sus cooperativas aconsejamos que los agricultores y agricultoras aseguren sus cosechas, ya que es la única forma de garantizar la continuidad de las explotaciones en momentos en que la climatología es cada vez más cambiante y extrema.