31 Mar

En defensa de la póliza asociativa por su contribución al sistema de seguros agrarios

En 2021, crecerá un 19% la dotación para las subvenciones a la contratación en los PGE.

Diez años después de la puesta en marcha de las pólizas asociativas, gracias a una Resolución de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP) de 2011, todavía hay quién es capaz de cuestionar sus virtudes, así como los claros beneficios que aportan al sistema de seguros agrarios.

 

Pasos para poder contratar una póliza asociativa

Son también otro tipo de entidades, no sólo las cooperativas, las que tras bastantes gestiones, pueden contratar el seguro agrario mediante una póliza asociativa. En primer lugar, deben adaptar sus Estatutos a lo que exige la DGSFP. Tras una rigurosa revisión por parte de Agroseguro y ENESA, ésta emite un certificado por el que la entidad puede aplicar la subvención única diferenciada en póliza por ser asociativa (tanto de ENESA como de la Comunidad Autónoma, en el caso de la Comunitat Valenciana).

 

Fiscalización anual

Pero la inspección y fiscalización no acaban con el reconocimiento inicial de ENESA, sino que continúa año tras año, pues Agroseguro comprueba cada vez que se contrata, que se incluyen en la póliza todas las parcelas de todos los socios de la entidad del cultivo que sea (cítricos, caqui, granado, etc.).

Esa obligación, la de asegurar el 100% de las parcelas de todos los socios, independientemente de su mayor o menor exposición al riesgo, implica una mayor masa asegurada y una clara dispersión del riesgo. Es uno de los principales motivos por el que se le otorga una ayuda diferenciada por parte de las administraciones.

Además, para las cooperativas agrarias, asegurar su producción mediante una póliza asociativa les permite gestionar mejor la campaña, organizando así de forma más ordenada y profesional la recolección, evitando la presión y los desajustes que se producen cuando el aseguramiento depende de la voluntad individual de cada socio.

 

Una gran herramienta de gestión del riesgo

De este modo, la póliza asociativa se ha convertido, con el paso de los años, en una verdadera herramienta de gestión de riesgos para la cooperativa agraria, facilitando y protegiendo el bien más preciado que tiene, que es su producción en campo. Así, en caso de siniestro, el cobro de la indemnización permite la continuidad de la actividad, tanto del socio/a como de la propia cooperativa.

 

Asignaturas pendientes: cultivos que no se pueden asegurar todavía y ajustes en aquellos que sí

Sin embargo, todavía queda mucho por hacer. Prueba de ello es que la asociativa de momento no se adapta a los seguros de rendimientos. Es preciso realizar un esfuerzo por parte de Agroseguro, ENESA y Conselleria para hacer técnicamente posible esta opción. La uva de vino, los frutos secos, el olivar…, merecen tener la posibilidad de asegurarse en asociativa.

Y en los cultivos donde la asociativa es una realidad consolidada, como por ejemplo los cítricos y el caqui, se deben adaptar las condiciones a este tipo de pólizas en cuanto a tasas, bonificaciones, peritaciones, comunicaciones, e incluso las subvenciones deberían revisarse para continuar avanzando en el buen camino de la universalización del seguro.

 

La Comunitat Valenciana, líder en pólizas asociativas

La Comunitat Valenciana ha aumentado hasta los 28,5 millones de euros los fondos destinados a subvencionar la contratación de seguros agrarios. En la Resolución vigente de la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Pesca por la que se convocan las subvenciones, se especifica un porcentaje adicional del 20% para las pólizas asociativas.

La Valenciana es la comunidad autónoma donde más pólizas asociativas se contratan. Desde el sector cooperativo, esperamos que la Administración autonómica sea consciente de su valor y no se cometa el error de aprobar medidas que pongan en peligro su continuidad.

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