Enfrentarse diariamente a una actividad por cuenta propia es complicado debido a la gran cantidad de imprevistos que pueden surgir y que acaban perjudicando nuestra posición competitiva. De ahí que, durante los últimos años, han surgido los seguros para autónomos con el fin de proteger a estos profesionales.
A continuación de damos unas pequeñas pinceladas de los tipos de seguros que existen en el mercado asegurador.
¿Qué seguros necesita un autónomo?
Dependiendo de la actividad que se desarrolle, los autónomos están obligados por ley a contratar una serie de seguros. Por ejemplo, si tienen personal a su cargo, deberán contar con el tipo de seguro que dicte el convenio colectivo al que se acoja la actividad.
Así mismo, también pueden estar obligados a contratar un seguro de responsabilidad civil. Hay que saber que no todas las actividades están obligadas a ello, pero hay algunas en las que puede ser obligatorio para la concesión de la licencia de apertura. Este seguro cubre las negligencias que tú como autónomo o tu personal podáis realizar y protege frente a aquellos accidentes derivados del desarrollo de la actividad en los que se provoca daños personales o materiales a terceras personas.
Tampoco es obligatorio, aunque puede ser muy recomendable, el seguro de responsabilidad civil profesional. Con este seguro queda cubierto cualquier error o negligencia derivada del desarrollo de tu profesión, protegiendo tu patrimonio y el de tu empresa ante posibles demandas.
· Seguro Multirriesgo de negocio o comercial: se centra en cubrir el local donde se desarrolle la actividad laboral. Incluye los incendios, robos, pérdidas de beneficios,…
· Seguro de Vehículos: es imprescindible en caso de que uses un vehículo profesional para desarrollar tu actividad. El más básico es el seguro a terceros, que cubre tanto los daños que produzcas a terceras personas como la asistencia en viaje. Si ejerces como comercial, transportista, etc, lo recomendable es que contrates un seguro a todo riesgo para que, si tu vehículo sufre algún daño, tú no te quedes sin trabajar.
· Seguro ILT: este seguro no es obligatorio, pero sí conveniente, si lo que pretendemos es mantener los ingresos del negocio si se produjera alguna baja por enfermedad o accidente del propio autónomo, y así poder cobrar una indemnización diaria que le permitiría mantener el negocio al poder hacer frente a los gastos.
· Seguro de Salud: este seguro es importante porque dada la situación actual de la asistencia sanitaria pública, la sanidad privada permite al autónomo adaptar las visitas médicas a sus necesidades horarias y a su disponibilidad, con lo que le ayuda a no perder horas de trabajo. Además, la gran mayoría de compañías disponen de unas tarifas más competitivas para este tipo de clientes que para el resto de particulares, y conlleva interesantes ventajas fiscales.
En Engrupo, somos conscientes que muchos de los socios de cooperativas y agricultores en general, son autónomos. Por eso, nos ponemos a su disposición para explicarles las necesidades aseguradoras que puedan tener, sin ningún compromiso.