Durante el mes de febrero se celebraron un par de interesantes jornadas sobre la Responsabilidad Medioambiental en las instalaciones de Engrupo (Valencia) e Intercoop Servicios (Castellón). En dichas jornadas se analizó cómo afecta a las cooperativas agrarias la legislación medioambiental, ya que si bien no existe obligatoriedad legal de tener contratado un seguro contra los posibles daños que se puedan cometer, la ley sí que es clara en este sentido: “Quien contamina, paga”. Y pagar, no solo se limita a un daño económico, sino a restaurar y dejar como estaba el medioambiente antes de que se produjera el daño.
La presentación de las jornadas corrió a cargo de Nuria Galán, directora de Engrupo, quien resaltó el riesgo que tenemos las cooperativas y la importancia que puede tener este seguro, bastante desconocido, a un pequeño coste. Continuó Rafael Sarrión, Director Técnico de Agropelayo, explicando los motivos que han llevado a Agropelayo a especializarse en este producto, siendo una referencia en el sector.
La explicación técnica de lo que es la Ley Medioambiental, a quien afecta, las consecuencias y las coberturas del seguro fue a cargo de José Luis Heras y Miguel Ángel de la Calle, director y director técnico respectivamente del Pool Español de Riesgos Medioambientales. Además, de forma muy gráfica se expusieron ejemplos de siniestros en los que las cooperativas se pueden ver afectadas de forma muy directa.
Se profundizó en el riesgo que tienen las estaciones de servicio que prácticamente todos tenemos como actividad complementaria. Una fuga del depósito o incluso una fisura de una tubería de conducción no solo puede provocar daños al medioambiente sino que puede ocasionar costes enormes de evitación y reparación del daño. Los almacenes y transporte de fitosanitarios son también un riesgo importante que tenemos que tener cubierto frente a un vuelco de la cuba en su transporte o incluso un incendio en las instalaciones, en cuyas labores de extinción se mezclen residuos tóxicos con el agua utilizada por los bomberos y no se canalicen bien esas aguas residuales. Estos son ejemplos que fácilmente pueden pasar y que debemos estar cubiertos ante una posible reclamación. Por parte de la Correduría se hizo una comparativa de primas y vimos que el coste no es para nada elevado. Estamos hablando desde unos 500 euros hasta unos 3.000, dependiendo de las actividades de la cooperativa, facturación, ubicación de sus instalaciones, entorno, antigüedad… Dada la importancia que tiene este riesgo para las actividades realizadas por nuestras cooperativas, os animamos a solicitar información, poniéndonos a vuestra disposición para cualquier aclaración que necesitéis.