Tras una campaña de caqui marcada por dos episodios climáticos traumáticos (la helada en marzo y el pedrisco del 1 de julio), que han provocado una siniestralidad récord en este cultivo, con el 60% de la producción asegurada siniestrada, y con una indemnización prevista entre 32 y 34 millones de euros, es momento de conocer y contratar (hasta el 20 de febrero) el seguro de caqui para la próxima cosecha 2019.
Este seguro (línea 311) presenta interesantes novedades, entre las que destaca la posibilidad de contratar el riesgo de pedrisco con franquicia de daños del 10% (hasta ahora era absoluta del 10%), y se introduce el incremento de daños para siniestros fuertes de pedrisco y helada en fruto (cuando alcancen el 70% de daños).
Este último cambio, al incrementar las futuras indemnizaciones, lleva consigo la subida de la prima media un 3% y la opción de franquicia de daños un 9%. Además, por la helada en fruto de diciembre de 2017, la mayoría de asegurados afectados verán reducidas sus bonificaciones, por lo que con toda probabilidad el seguro va a resultar más caro que la campaña pasada.
Y ya veremos lo que ocurrirá para la cosecha 2020, pues esta línea hasta ahora estaba muy equilibrada (según ratio de indemnizaciones a primas), pero cuando se computen los intensos siniestros que mencionamos al principio del artículo probablemente este ratio cambiará y ello afectará a la prima a pagar.
Todas estas cuestiones se trataron en una jornada formativa organizada por Engrupo y Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat Valenciana el pasado 22 de noviembre. A la misma asistieron más de 50 personas, entre técnicos del seguro agrario, técnicos de campo y consejeros de las cooperativas. Como ponentes participamos representantes de todos los “pilares del sistema”: ENESA, Agroseguro, Conselleria de Agricultura y ENGRUPO.
En la jornada también se explicaron los seguros de frutales (línea 300) y del granado (línea 311). Entre el público asistente y Agroseguro se produjo un debate, en algún momento muy intenso, por la rotundidad de Agroseguro al afirmar que las lluvias de mitad de noviembre no iban a provocar daños en el caqui, excepto en casos muy concretos de inundación. Cuestión puesta en duda por los técnicos, pues el campo “no son matemáticas” y se producen infinidad de situaciones.